Miguelito y su primer día de escuela...
Había una vez un nene llamado Miguelito que se mudó a
Colorlandia, un pueblo muy popular, donde tenía que hacer nuevos amigos y
buscar una nueva escuela.
Una semana
después, Miguelito encontró su escuelita nueva, pero tenía mucho miedo…
No dejaba de
pensar ni un segundo en cómo iba a ser su primer día de clases
A la mañana
siguiente, se levantó, preparó su mochila y acompañado de su mamá salió a
esperar el autobús.
Al subirse,
todos sus compañeritos lo saludaron y se sentó junto a Simón, el dormilón.
Miguelito, muy
callado, no dejó de imaginar su primer día, su seño y millones de cosas más.
El miedo aumentó
cuando Alfonso, el curioso, comenzó a nombrar los colores que había aprendido el
día anterior con la seño.
Al llegar a la
escuela, todos sus compañeros bajaron corriendo del autobús, pero él se quedó
escondido detrás de un árbol porque no se animaba a entrar.
Minutos después,
salió la seño Tina a buscarlo. Lo encontró, le sonrió y le dijo:
-Hola, tu debes ser
Miguelito.
-Sí así es. Contestó,
con cara de asustado.
-Yo soy tu nueva
seño, me llamo Tina. ¡Vení, pasemos a la salita!
-Es que… mmm…
-¿Qué pasa, porqué estás
así?
Miguelito se tapó con las
manos su carita y contestó:
-Seño, yo no sé los
colores y uno de mis compañeritos sí.
-Bueno, no te preocupes,
aquí estamos todos para aprender. Dale, dame tu manito y entremos.
Miguelito sonrió y aceptó
entrar a la salita.
Tina, la seño,
lo presentó ante sus compañeros y dejó de lado la clase que había planeado para
ese día. Su nuevo objetivo era que Miguelito aprendiera los colores.
La seño sacó una hoja de color amarillo y les preguntó:
-¿Qué cosas de este color conocen?
-El limón… el sol. Respondió Alfonso, el curioso.
-¡¡¡Una banana!!! Gritó Juliana, la charlatana.
-¡Muy bien! Y ¿Cómo se llama este color?
-Amarillo seño, como los pollitos. Dijo el dormilón Simón.
-Perfecto. Contestó Tina, la seño.
-Y este color ¿Cómo
se llama? Preguntó la seño mientras les mostraba la copa muy verde
de un árbol.
-¡¡¡Verde!!!... verde
como la rana. Gritó Alfonso.
-Los cocodrilos
también son de ese color seño. Respondió Miguelito.
-¡Excelente! Exclamó
la seño.
-Y a ver… este color,
¿Cuál es? Preguntó la seño mientras señalaba una silla naranja.
-Ese es naranja.
Contestó Juliana.
-Y ¿Qué podemos
encontrar de este color?
-¡¡¡Mi remera
seño!!!... mi remera es de ese color, igual que una zanahoria. Respondió
Miguelito.
-¡Genial! Contestó la
seño.
La seño Tina, muy
emocionada por la participación de los niños y sobre todo la de Miguelito,
continuó de la misma manera con los demás colores…
Siguió con el azul.
Luego con el rojo…
… el rosa…
… el blanco…
… el gris…
… y por último, el marrón.
Al terminar la clase,
la seño se acercó a Miguelito y le preguntó:
-¿Cómo te sentiste en
tu primer día?
-Muy feliz seño
porque hice amigos nuevos y descubrí una seño que me ayudó a aprender los
colores con una clase muy divertida. Respondió Miguelito.
La seño, mientras tocaba su naricita, le dijo:
-Me encanta que estés
feliz, junto a tus compañeros vamos a ayudarte siempre.
Y colorín
colorado, este cuento se ha terminado.
Micaela Lobo y Majo Cruz.
Micaela Lobo y Majo Cruz.

No hay comentarios:
Publicar un comentario